miércoles, 20 de enero de 2010

El reto de promover el papel activo de la tercera edad en la sociedad


Es necesario que las asociaciones de mayores asuman un mayor protagonismo para defender los derechos de la tercera edad, establecerse como interlocutores ante las administraciones y, lo que es más importante, para sensibilizar sobre el importante papel activo que las personas mayores de 60 pueden tener en la sociedad.

Según el documento, la salud, la dependencia, el hecho de tener pensión mínima digna y la soledad son los retos principales que deberán afrontar en un plazo de cuatro a seis años las personas mayores y, con ellos, toda la sociede espera que en el año 2010 de un población total de 7.403.000 personas, 1.274.000 sean mayores de 60 años.

En concreto, las necesidades más importantes serán de tipo económico, sociales y asistenciales y sanitarias. Mas del 48% de los hogares que se consideran pobres tienen como principal sustentador a una persona con 60 años o más y uno de cada cuatro hogares en los que la persona principal tiene más de 60 años se encuentra bajo el umbral de la pobreza.

“Si consideramos sólo los hogares en los que la mujer es la cabeza de familia y tiene más de 55 años, la proporción pasa a ser de una de cada tres”, afirma. En esta línea, es necesario que las personas mayores reciban pensiones dignas y adecuadas.

A los problemas económicos se añaden también otras cuestiones de carácter social y que tienen que ver con la asistencia sanitaria, con el aislamiento y la exclusión social, con los problemas de vivienda y con la dependencia física y psíquica; situaciones que pueden venir por separado pero que normalmente dan de manera combinada.

Uno de los principales retos es el hecho de que cada vez son más las personas que pasan solas la última etapa de sus vidas, sobre todo “por la manera diferente de entender la familia”. Por ese motivo es necesario ser previsores, impulsar “nuevas relaciones de ocio, intereses y actividades”, por parte de las entidades, y potenciar los centros de día, la ayuda domiciliaria y la asistencia social, por parte de las administraciones.

Mayores activos

Entre las acciones clave para evitar que estas situaciones se agraven en el futuro destaca el papel de las organizaciones de mayores. Se debe asumir el reto de defender los intereses de la tercera edad y sensibilizar al resto de la población del papel activo que, por su experiencia, son capaces de asumir.

En este nuevo rol, las entidades de mayores han de alzarse como interlocutoras antes las administraciones, exigir servicios sociales dignos y participar en la elaboración de políticas que contribuyan a la sostenibilidad del sistema de pensiones.

“Las asociaciones de gente mayor tienen un papel importante como canales de información, formación y defensa de sus socios, y el gran reto de la apertura hacia la integración intergeneracional”, señala el informe de la Federación de Asociaciones de Gente Mayor de Cataluña. Con la certeza de que en pocos años será necesario “redibujar el papel de los mayores” en la sociedad, la FATEC propone empezar a trabajar cuestiones concretas, como el trato de las entidades financieras a los ancianos, la cuestión inmobiliaria, la violencia contra las personas mayores y la dependencia de personas que viven solas y no pueden valerse por sí mismas.

Se trata, añade la plataforma, de aprovechar todos los conocimientos de los mayores de 60 años, de reconocer trabajos que ya hacen y no son valorados –como cuidar de niños pequeños-, de “sentirse útiles” y “generar autoestima”.

En este contexto, la FATEC apuesta por invitar a las personas mayores a formarse en nuevas tecnologías, a conectarse para obtener y ofrecer información, así como a relacionarse con otras entidades que trabajen temas como el medio ambiente o la igualdad de derechos para crear alianzas y participar en cuestiones que afectan a toda la población.

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