martes, 4 de mayo de 2010

¿Es difícil conjugar el papel de madre con el trabajo?

El pasado uno de mayo hemos celebrado el día del trabajo y a tan sólo un día de distancia el día de la madre. Así en este fin de semana tan festivo he querido unir las dos celebraciones para reflexionar sobre la gran dificultad de ser madre y ejercer una labor profesional compatible con nuestras obligaciones maternales.
Llevar a mis hijos al colegio me da la oportunidad de hablar con muchas madres y de comprender las grandes dificultades que vivimos las madres para sentirnos satisfechas con nuestra labor maternal y, a la par, poder ejercer una carrera profesional. Muchas somos las que remamos en el mismo barco ante las olas de los muchos impedimentos.

¿Es difícil conjugar el papel de madre con el trabajo?
Las madres tenemos que resolver grandes dilemas y desafíos a este respecto, algunas somos auténticas malabaristas para administrar nuestro tiempo y solventar situaciones adversas e imprevistos. Una mujer y madre, tendrá posibilidades de trabajar, si se dan o se buscan debajo de las piedras apoyos, de hecho, no son pocas las mujeres que truncan o posponen su carrera profesional en favor de sus hijos. Son madres a jornada completa porque no han podido compatibilizar estas dos facetas y, por supuesto, han antepuesto, lo prioritario.

Ser mamás no sólo es traer un hijo al mundo, supone un trabajo increíble, desde la atención de sus necesidades físicas y emocionales a la dedicación de su educación y su aprendizaje. ¡Podemos echar horas a destajo! Lo que está claro es que una madre y trabajadora, necesita de ayuda ajena a ella, si no quiere morir en el intento.

Los trabajos de las mamás deberían contemplar problemas como qué hacemos con ellos durante sus abundantes y merecidas vacaciones de verano, qué hacer si tu pequeño se pone enfermo, qué ocurre cuando hay que viajar necesariamente, qué hacer cuando no coinciden los horarios escolares y los laborales, qué hacer cuando no se puede acudir a la ayuda del abuelo, cuidadora o esposo, qué hacer cuando los gastos por el cuidado de nuestros hijos son prácticamente los mismos que los ingresos. Pese a estas dificultades, muchas mantienen el tipo y otras, aunque lo dejarían todo, no lo hacen porque realmente necesitan los ingresos de su trabajo, o porque, posteriormente, cuando sus hijos sean algo más mayores, será mucho más difícil encontrar o retomar su vida laboral.

No es de extrañar que muchas madres andemos siempre con los nervios de punta, con falta de tiempo, con mal humor, con frustraciones, con sentimientos de culpabilidad. El día a día de muchas madres es estresante. Pero para ofrecer un tiempo de calidad a nuestro hijos, no son pocas la madres que renuncian a parte de las horas o a renunciar a puestos de más responsabilidad ¿Habrá una solución para esto?

Patro Gabaldón. Redactora de GuiaInfantil.com